A su vez, a 'Mejor dirección musical' optan al premio: Aitor Arozamena por 'Excítame, el crimen de Leopold y Loeb'; Arnau Vilá por 'Sister Act'; Joan Vives por 'Mar i Cel'; Manu Guix y Julio Awad por 'Priscilla, reina del desierto'.
DIRECTOR MUSICAL. Aday Rodríguez y Aitor Arozamena (Excitame. El crimen de Leopold y Loeb). Arnau Vila (Sister Act). Joan Miquel Pérez (Mierda de Artista, El Musical). Manu Guix y Julio Awad (Priscilla, Reina del Desierto). Xavier Torras (Flor de Nit – El Cabaret)
Para conseguir el suspense propio del género, el espectáculo cuenta con la dirección musical de Aitor Arozamena, que ha trabajado para que el piano sea el tercer actor en escena y ayude a componer una narración seguida de 90 minutos, donde no hay pausa para el aplauso.
Otras cosas que me encantaron... El trabajazo sin descanso de Aitor Arozamena al piano durante los 80 minutos de representación, que pone así la música en directo; la sencilla puesta en escena (a veces menos es más) y la efectividad de la iluminación
Otro elemento importantísimo en la obra, y que también acompaña a ese sentimiento continuo de querer saber más de la historia, acompañado con un sentimiento de sobresalto continuo, es la música. Aitor Arozamena, director musical del espectáculo, pasa 90 minutos al piano sin parar, es un elemento más de la obra, que está al nivel de importancia de las interpretaciones.
Aitor Arozamena, por su parte, acompaña al piano a los intérpretes durante toda la representación hasta convertir la música en un apoyo bellísimo que se convierte en un protagonista más de la historia.
Claro que nada de esto sería (tan) plausible si no fuera, aprovechando que sale a colación Nietzsche, por la música. Aitor Arozamena deslumbra con unas estupendas piezas que, si bien habría alcanzado la perfección acompañados de una orquesta -pero hablamos de una sala teatral, no de un estadio- la rozan gracias a una ejecución magistral.
Mención aparte merece el pianista que acompaña a los cantantes Aitor Arozamena, absolutamente maravilloso, con un gusto musical impoluto y un cuidado estudio de la difícil partitura. Un diez para Arozamena, que ofreció mucha calidad en todas sus intervenciones.
No me voy a olvidar del pianista Aitor Arozamena, el tándem no es de dos, es de tres. No es uno más, es la música, es otro protagonista, estamos hablando de un musical, es el que marca los ritmos, los tiempos, las voces, el hacedor de todo. Me remitía a la sencillez de la escenografía en el párrafo anterior, pero también el éxito está en que es un piano y no toda una orquesta el que puede hacer un musical.
Aitor Arozamena sostiene al piano esta partitura concreta, con temas preciosos y con una musicalidad realmente buena.
En cuanto a la parte musical, y vaya por delante nuestra ignorancia en estos derroteros, podemos intuir el buen hacer de Aday Rodríguez en la dirección musical, así como la música en directo que pone Aitor Arozamena
Otras notas de prensa
El Periódico, 7 de Octubre de 2015
Sin duda tanto el buen hacer de los cuatro actores, como la agilidad del montaje, y el gran mérito de hacer de la necesidad virtud, tiene mucho que ver Pablo Muñoz-Chápuli, que realiza un trabajo estimable, y antes de acabar no quiero dejar de nombrar a los músicos: Aitor Arozamena, Ángel Rodríguez y Antonio Ajenjo. La música en directo es un combustible inmejorable para el alma.
Pero aun hay más, una banda en directo de tres músicos: Aitor Arozamena (teclados), Ángel Rodríguez (saxo y otros) y Antonio Agenjo (batería y percusión) dan un toque de frescura y crean un oportuno ambiente de cabaré muy apropiado con la estética general, además en algunos momentos también participan en la obra.